Escribo estas líneas justo después de terminar el primer debate de las primarias presidenciales republicanas, en las que ocho candidatos han discutido y gritado ocasionalmente tratando de convencer al mundo que merecen ocupar la Casa Blanca. Tengo, inevitablemente, muchas opiniones, así que ahí van mis impresiones rápidas sobre lo que hemos visto, con más inmediatez que reflexión.
Dos cosas a tener en cuenta. Primero, yo no soy la audiencia que ninguno de estos ocho candidatos estaban buscando; es más, soy probablemente la persona más lejana al votante mediano de unas primarias republicanas que uno puede encontrarse. Intentaré dejar claro en mi análisis qué me ha parecido a mí, cómo creo que afectaría algo en unas generales y qué impacto tendrá el debate en las primarias por separado, siendo perfectamente consciente que la fiabilidad de cada una de estas aserciones es decreciente.
Segundo, en cualquier debate político es muy difícil decir de primeras quien ha “ganado” o “perdido”. Los caminos del electorado son a menudo inescrutables, y lo que suena bien en la cabeza de analistas y expertos suele diferir bastante de lo que funciona en el resto de los mortales. La inmensa mayoría de votantes, además, no son lo suficiente masoquistas para tragarse un evento de esta clase entero, así que la impresión que tendrán sobre cómo ha ido será de segunda mano, a través de lo que oigan de analistas y lo que se encuentren en redes sociales. El debate post-debate es casi más importante que el debate en sí, y elucubrar de qué se hablará mañana es también bastante fútil.
Dicho sea todo esto, aquí van mis impresiones de los candidatos (podéis leer más sobre ellos aquí):
a. El que no estaba: Donald Trump
Al bueno de Trump esto de debatir con gente que está a cuarenta puntos de distancia le daba pereza, y más teniendo en cuenta que tiene que ir mañana a entregarse a la policía en Georgia. Así que en vez de acudir al evento, ha decidido darle una entrevista a Tucker Carlson en Twitter. No la he visto aún entera, pero lo que he visto es tan atroz como de costumbre. La podéis sufrir aquí.
b. Mike Pence
Ha sido el candidato que más ha hablado del debate, y la verdad, ha estado mucho mejor de lo que esperaba. Sigue siendo el mismo tostón arrogante y beato de siempre, pero desde que acusaron a Trump (en dos juicios separados) por su intento de golpe de estado se le ve liberado. Sus respuestas cuando le han preguntado sobre Trump han sido no sólo coherentes, sino con un tono de indignación moral sincero y resoluto que me ha impresionado. En el resto de temas ha sido el habitual ultraderechista religioso de siempre, pero esta vez seguro de sí mismo, sin esconderse.
No estoy nada seguro sobre cómo reaccionará el electorado republicano a su respuesta sobre Trump (sospecho que mejor de lo que muchos esperan, pero es dudoso). En políticas públicas está en la onda del votante mediano del GOP. Creo que ha tenido un buen debate.
Mi parte favorita de Pence, por cierto, ha sido su profundo, nada disimulado y francamente encantador odio contra Vivek Ramaswamy, que le ha puesto de los nervios. Se han dado de galletas a menudo.
c. Vivek Ramaswamy
Creo que por fin he encontrado a un tipo que me pone aún más de los nervios que Ted Cruz, algo que tiene un mérito inmenso. Vivek llevaba unos días subiendo en los sondeos, y su tono de tech-bro petulante sabelotodo parece irritar a todos los candidatos del GOP, casi sin excepción. Chris Christie, que estaba para repartir leña, le ha llamado el candidato ChatGPT, y creo que no anda desencaminado.
Vivek ha hablado muchísimo, se ha llevado tortas de todo el mundo y ha dicho más tonterías que nadie, siempre con el tono más irritante posible. A Trump eso le funcionó el 2016, pero su personaje de cuñado de vuelta de todo casi que caía bien; Vivek parece un sabihondo petulante ansioso por decir cosas que te van a petar la cabeza bro, así que es más cargante que nada.
Dado que el electorado del GOP está francamente bastante chiflado, quizás le funcione, pero mi impresión es que no tiene el carisma que tenía Trump para ejercer de infant terrible y ganar apoyo.
Un momento que me ha quedado: cuando Vivek ha dicho que el cambio climático es un fraude y el público en un debate republicano le ha abucheado. Algo de esperanza hay.
d. Chris Christie
El pobre Christie tenía como su gran ilusión en la vida decirle de todo a Trump en un debate, pero se ha tenido que conformar con soltarle guantazos a Ramaswamy. Su problema es que por muy bueno que sea debatiendo (y lo es; de lejos era quién más cómodo estaba en el escenario) gran parte del GOP le detesta por criticar a Trump sin matices ni fisuras, así que no tiene mucho que pescar. Fuera de su (bienvenida) obsesión anti-Trump, es un republicano bastante convencional.
Para mí, sus mejores respuestas han sido cuando le han preguntado sobre Trump directamente, repitiendo que le parece alguien indigno de ocupar la Casa Blanca. Estoy bastante seguro de que incluso si eso convence a alguien de que el ex-presidente no debe ser el nominado (quizás siete u ocho personas), ninguno de los convencidos acabará por votarle. No que sea su intención, por otro lado; él está aquí para armar bulla.
e. Ron DeSantis
No ha sido un desastre, pero es fácil ver por qué ha caído tanto en las encuestas: es muy mal político. Mucho. Estaba muy incómodo, sus respuestas son un horror de expresiones ingeniosas escritas por un comité de consultores que se creen demasiado listos, y no tiene ni cintura, ni espontaniedad, ni capacidad de hablar con convicción.
Lo mejor de DeSantis en el debate es que no ha cometido errores, y no ha dicho (casi) nada enloquecido o absurdo aparte de que quiere ir a la guerra con Méjico1. El problema es que no ha dejado nada memorable, aparte de algunas sonrisas incómodas y espantosamente robóticas.
f. Nikki Haley
No ha hablado demasiado, pero ha tenido un par de momentos memorables. El primero, y mi favorito, es cuando le ha soltado un soberbio sopapo dialéctivo a Vivek Ramaswamy hablando sobre Ucrania (Vivek es el único candidato aislacionista) como un patán ignorante. El segundo, ha dado una respuesta realista y coherente a la pregunta sobre el aborto, algo increíblemente inusual en el GOP.
Mi sensación, sin embargo, es que esto no le ayudará demasiado en los sondeos. Nadie vota según lo que dicen los candidatos en política exterior, y el sector del partido que se preocupa sobre el aborto no está para respuestas razonables. Con todo, su debate ha sido bastante positivo; creo que sólo Pence ha sido más consistente.
g. Tim Scott
Qué poco ha arriesgado Tim Scott, el Cory Booker del partido republicano. Scott es la clase de candidato que parece tenerlo todo (historial, carisma, talento, experiencia) para llegar lejos, pero resulta ser demasiado cauto y genérico en todo lo que hace y dice para subir ese último peldaño.
En el debate, no ha hablado demasiado, y no se ha metido en fregados. Cuando habla está bien; no ofende, no provoca, y te deja diciendo mira, este tipo promete, pero nunca va más allá. La impresión es que ha hecho un buen trabajo, pero si me preguntáis nada de lo que ha dicho no recuerdo nada en absoluto.
Las malas lenguas dicen que se está presentando a vicepresidente, más que a presidente. Tienen bastante razón.
h. Doug Burgum
Gobernador megamillonario de Dakota del Sur que es la encarnación de un político republicano genérico, la misma imagen de medianía o jugador del montón. Es un poco inexplicable de que su candidatura exista.
i. Asa Hutchinson
El gobernador de Arkansas ha hablado poco, y es, como Burgum, un político tan genérico como aburrido. Es, sin embargo, el único candidato junto con Christie que se opone abiertamente a Trump - y ha tenido el valor de mencionar la decimocuarta enmienda, insinuando que quizás no pueda ni presentarse a las elecciones.
Le han abucheado, sí, pero menos de lo que esperaba. Y el panel de votantes indecisos de Navigator Research lo ha recibido increíblemente bien, un recordatorio de lo increíblemente tóxico que es Trump fuera de las bases del GOP.
No que a Hutchinson eso le sirva de mucho, claro.
Conclusiones
El ganador del debate, me temo, ha sido Donald Trump. Los candidatos republicanos apenas le han atacado, y nadie ha hecho un debate lo suficiente bueno como para que vea un salto en los sondeos que pueda preocuparle. En un partido en el que sus miembros creen que es más probable que Trump les diga la verdad que un miembro de su familia (no, no es broma), tener a ocho mediocridades pegándose entre ellos es ruido de fondo, no una amenaza electoral seria.
Si nos restringimos a los participantes en el escenario, creo que quien mejor parado sale, contra todo pronóstico, es Mike Pence. Sus ataques a Trump no fueron estridentes, pero si efectivos, y sus posiciones políticas cuadran bastante bien en el partido. Quizás está demasiado a la derecha en algunos temas económicos (recordar que Trump era el moderado en estos temas el 2016) pero es alguien que al fin ha justificado su existencia como candidato. Por supuesto, dista muchísimo de poder competir con Trump, al menos por ahora, pero no me extrañaría que subiera un poco en los sondeos.
Detrás de Pence colocaría a Haley, que ha intervenido poco pero cuando lo ha hecho ha sido muy efectiva. También se ha atrevido a criticar a Trump, algo que no me esperaba. Aparte de eso, poco más. Scott y DeSantis han decepcionado, el primero por ser menos de lo que debería, el segundo por confirmar todos los temores sobre su persona. El resto o bien son casos perdidos (Christie, Burgum, Hutchinson) o kamikazes (Christie) sin posiblidades de prosperar.
De Vivek no sé qué decir. Creo que es tan cargante que eso generará rechazó en la mayoría de votantes, pero a la vez casi seguro que atrae ese inevitable grupito de bros fans de Rand Paul que siempre acaban por encontrar su héroe de culto. Así que quizás subirá un poco en los sondeos, pero a la vez se topará con un techo bastante bajo.
Resumiendo: Trump sigue siendo el favorito.
Ideológicamente, por cierto, vale la pena mencionar que el GOP se ha movido hacia el centro en bastantes temas, especialmente en política económica. Nada de privatizar pensiones, desmantelar Obamacare o privatizar Medicare, por ejemplo. Incluso al hablar sobre aborto nadie ha hablado de prohibición total, y varios candidatos han propuesto limitarlo a quince semanas a nivel federal. Hay algunos temas donde los republicanos si que se han ido a la derecha (inmigración, sobre todo), pero Trump ha moderado el partido en muchas cosas. No es una sorpresa, pero es digno de mención.
Esto es una propuesta relativamente habitual en el GOP ahora mismo. Sí, es de locos.
Roger, ¿cuál crees que es la razón por la que Christie está aquí "para armar bulla"? ¿Honestidad intelectual? ¿Decir lo que sus votantes quieren oír en NJ? Me tiene muy confundida