Historia del centro del mundo
De cómo Nueva York se convirtió en la ciudad más importante de Estados Unidos
Nueva York es una ciudad profundamente condicionada por su geografía. El centro de la ciudad, Manhattan, es una isla relativamente pequeña al final de un bien protegido y enorme puerto natural. Cuatro de sus cinco boroughs están situados en islas; sólo el Bronx tiene una cantidad considerable de su territorio en tierra firme. Esta es una ciudad de puentes, túneles e infraestructuras ciclópeas; hay agua por todos lados, y un constante trajinar de coches, trenes, barcos y viajeros moviéndose de un lado a otro.
El origen de la riqueza de Nueva York, sin embargo, no se deriva únicamente de su magnífico puerto de aguas profundas. La costa este de Estados Unidos está plagado de estuarios y refugios naturales ideales para albergar gran cantidad de buques mercantes. Miami, Baltimore, Charleston, Filadelfia, Savannah, Norfolk, Wilmington, Jacksonville o Boston, son también enormes, y hay multitud de estuarios, bahías y brazos de mar por toda la costa que podrían haber ocupado su lugar.
A principios del s.XIX, de hecho, Filadelfia parecía tener las de ganar. Aunque la capital del país se traslada a Washington en 1790, la ciudad era el núcleo urbano más grande del país, tenía un muy buen puerto, y fácil acceso tanto a las riquezas agrícolas del Midwest como a amplias reservas de carbón. Nueva York tenía un mejor puerto oceánico, pero eso no tenía por qué ser una ventaja importante.
El azar de un río
Las dos ciudades crecieron más o menos a la par (seguidas de cerca por Baltimore) hasta 1825, fecha de apertura de una de las obras de ingeniería más importantes de la historia de Estados Unidos, el canal de Erie. El proyecto, autorizado en 1817 y visto por muchos como una locura completa, conecta las ciudades de Albany, a orillas del río Hudson, y Buffalo, a orillas del lago Erie en un trayecto de 584 kilómetros. El Hudson es, por supuesto, navegable de Nueva York a Albany, así que el canal permitía conectar un puerto oceánico con todo el sistema de transporte fluvial de los grandes lagos, muchísimo más barato que cualquier medio de transporte terrestre de la época.
De repente, Nueva York no era sólo una ciudad grande con un buen puerto. Era una ciudad grande con un buen puerto conectado a la infinita riqueza agrícola y minera de medio continente americano.
Las autoridades de Pensilvania se dieron cuenta de inmediato que eso iba a dejarles en desventaja, así que autorizaron la monumental Main Line of Public Works, un colosal proyecto de infraestructuras para conectar Filadelfia con Pittsburg, a orillas del rio Ohio. Con ello, podían dar acceso no sólo a las riquezas del Midwest, sino conectar incluso con el Mississippi.
Había un pequeño problema: los montes de Allegheny, parte de la cordillera de los Apalaches, están por el camino, así que la Main Line, aunque más corta que el Erie, tenía que superar un desnivel de casi 700 metros en ambas direcciones, comparado con los apenas 150 metros del Erie. El canal de Nueva York sólo necesitaba 36 esclusas en todo su recorrido, mientras que el de Pensilvania no sólo requería 168, sino, además, varios tramos con costosos funiculares de vapor para que las barcazas pudieran salvar desniveles. Baltimore sufría un problema parecido, con el agravante de que para llegar al Ohio tenían que cruzar los mismos montes, usando la misma infraestructura que Pensilvania, que no estaba por la labor de compartir.
A partir de 1825 es cuando el crecimiento de la población de Nueva York se dispara en comparación del resto de puertos de la costa este. La ciudad crece a un ritmo de más de un 50% cada década, pasando de 152.000 habitantes en 1820 a 1.174.000 en 1860.
Economías de red
Es entonces cuando la condición de Nueva York como gran centro financiero empieza a asentarse. El transporte marítimo y fluvial es una actividad económica muy intensiva en capitales, ya que requiere la construcción y mantenimiento de barcos y barcazas caros de construir y mantener. También es una actividad con un nivel de riesgo e incertidumbre considerable. La compra y venta de cientos de miles de toneladas de grano y materias primas por todo el continente y su venta al resto del mundo requiere además poder procesar pagos, hacer compras con antelación, y mover gran cantidad de dinero. Un puerto como el de Nueva York requería bancos de inversión, aseguradoras, y un mercado financiero bien desarrollado.
Es entonces cuando se empiezan a producir economías de aglomeración. Si en una ciudad hay muchas navieras, muchos bancos, y muchos abogados, es más fácil encontrar esta clase de servicios especializados si los necesitas. Hay más competencia, así que los precios serán más asequibles, y los servicios de mejor calidad. La infraestructura financiera e industrial que requiere el transporte marítimo es, además, multiusos; si quiero abrir una fábrica de cualquier tipo, tener acceso a un mercado financiero y multitud de obreros cualificados hace mi trabajo más sencillo.
Un ejemplo típico es la industria del textil, que se concentró en un pequeño grupo de calles (entre la quinta y novena avenidas, de la calle 34 a la 42; el Garment District), dominó la producción textil del país durante décadas, creciendo a la sombra del puerto de la ciudad. Pero eso se extiende a la bolsa y el mercado de valores; el sistema financiero que te sostiene canales y puertos también te sirve para acciones y bancos.
A su posición dominante como nodo de comunicaciones y su sector financiero, a Nueva York le faltaba un elemento más para convertirse en el centro del mundo: la inmigración. Aunque hasta 1875, cada estado tenía sus leyes y sistemas de inmigración propio (¡!), Nueva York, siendo como era el puerto más cercano a Europa después de Boston, siempre fue un buen lugar para llegar al país. Incluso antes de que el gobierno federal construyera Ellis Island, la ciudad era la puerta de entrada al continente. La inmigración tiene también sus propios mecanismos de aglomeración, gracias a las migraciones en cadena, donde llegadas sucesivas van al mismo destino donde se han instalado amigos, familiares o conocidos.
Ventajas persistentes
Lo interesante, por cierto, es que el canal de Erie se quedó obsoleto muy, muy rápido. En 1842 (es decir, menos de dos décadas después de su apertura), el ferrocarril llega a Buffalo. Aunque los trenes tardaron unos cuantos años en poder competir con las barcazas para transportar mercancías a costes razonables (el canal fue rentable hasta finales de siglo), los otros puertos del Atlántico podían simplemente adoptar la tecnología más moderna y eficiente y adelantar a Nueva York. El Pennsylvania Railroad (PRR) conectó Filadelfia con Pittsburg en 1852; la Main Line fue malvendida a la compañía en 1857. El Baltimore & Ohio se topó otra vez con el problema de cruzar Pensilvania, dejando a la ciudad en segundo plano.
¿Por qué Filadelfia no creció como Nueva York? En gran parte, porque una vez un sitio tiene las economías de red que la hacen prosperar, reproducirlas en otro lugar es muy, muy difícil. El PRR, además, siendo como era una empresa privada, no estaba por la labor de ayudar a Filadelfia, sino que quería llevar tráfico a donde le era más rentable; la Main Line que venía de Pittsburg acabó apuntando hacia Nueva York, no hacia el este.
Transporte, finanzas, mano de obra esencialmente infinita: las tres cosas que convierten a Nueva York en el centro del universo a principios del s.XX, cuando eclipsó a Londres como la mayor ciudad del planeta.
Un detalle final interesante: Nueva York dejó de ser una ciudad portuaria allá por los años sesenta, con casi toda la actividad trasladándose a Nueva Jersey (Newark). El motivo, el desarrollo de una tecnología tan simple como fascinante, el contenedor. Pero de eso hablamos otro día.
Bolas extra:
El “Twitter alternativo” de Trump, Truth Social, está en problemas financieros graves.
A Steve Bannon le van a trincar por fraude. Más concretamente, por crear una ONG que recaudaba fondos para construir el muro en la frontera con Méjico… y quedarse el dinero.
Trump le indultó de ese delito antes de dejar la Casa Blanca, pero el estado de Nueva York es quien lo está llevando ahora a los tribunales. Un indulto presidencial te perdona delitos federales, no estatales.