Hoy publico un articulito sobre trenes en un periódico local de aquí Connecticut. Hablo sobre Shoreline East, una línea de más regionales que de cercanías (81 km de recorrido) que da servicio a los pueblos al este de New Haven.
Como todo en este país que incluye trenes, el departamento de transportes hace un trabajo bastante espantoso gestionándola. Aunque la infraestructura es competente (vía doble electrificada apta para 160/180 en muchos tramos), Connecticut sólo empezó a operarla con material eléctrico hace unas semanas, tras 22 años utilizando locomotoras diésel bajo catenaria.
Para “celebrar” su electrificación (que no ha venido acompañada de un cambio de horarios), escribo aquí sobre cómo mejorar el servicio y hacer que la línea funcione:
All in all, with this switch commuters using this line should see faster, more efficient, more reliable trains moving forward, with a much smaller carbon footprint. This is what Connecticut needs moving forward. Or at least that would be the case, if Shoreline East provided a good service to the region, which is sadly not the case.
Let’s start with a challenge. Try to remember the following string of numbers: 532, 645, 743,850, 1010,1121, 1220, 246, 358, 530, 630, 750, 850, 1131. Then, try to memorize this one: 450, 555, 650, 815, 1025, 1224, 328, 428, 525, 646, 727, 945.
If you cannot find a pattern, don’t worry, there isn’t any. And this is a problem, as those are the schedules for trains from Old Saybrook to New Haven and back during regular weekday service.
Most regional rail services across the world use something called a clock face schedule.Trains depart from a station on a fixed pattern that repeats all day long; for example, a train leaves fifteen minutes past the hour every hour. For passengers, this means that travel is easy and predictable; they do not need to memorize random strings of numbers or plan their day around a somewhat bizarre, if not completely erratic rail schedule. Shoreline fails at this basic principle, making it far less useful than it should be.
Lo divertido, por cierto, es que muchos de los consejos sobre esta línea en particular son 100% aplicables a no pocos servicios de regionales de Renfe, una compañía que apenas utiliza horarios cadenciados en ningún sitio.
Una nota final: los horarios publicados de Shoreline East incluyen una advertencia que las horas de salida de los trenes pueden ser incorrectos, y que es perfectamente posible que el tren circule varios minutos adelantado y no se moleste en esperar. Porque nada dice “puedes fiarte del tren” que “circula cuando le rota”.