Los demócratas debatieron anoche en Carolina del Sur, la última vez que lo hacen antes de la primaria en este estado este sábado y el supermartes la semana que viene. Aquí van algunas impresiones frescas horas después del debate y el debate en medios inmediatamente posterior.
Dioses, cómo han chillado: el debate fue parecido al de Nevada en que los candidatos discutieron entre ellos, pero la moderación fue mucho, mucho peor. En varias ocasiones tuvimos un montón de candidatos pegando gritos sin que se pudiera entender nada. Bernie Sanders básicamente silenció a Pete en un réplica gritándole. Un mal trabajo de la gente de CBS.
A Bernie al fin le buscan: este era el décimo debate. Desde que empezaron las primarias, Bernie Sanders ha ido primero o segundo en las encuestas casi sin interrupción. Esta es la primera vez que el resto de candidatos han ido por él de forma sostenida. Es entendible que los moderados compitieran entre ellos para ser la alternativa a Bernie, pero como estrategia a largo plazo ha sido nefasta. Ahora quizás sea demasiado tarde.
Bernie no tuvo una gran noche: esta fue mi primera impresión al terminar el debate, al menos. Sanders se estuvo llevando galletas toda la noche y acabó respondiendo siempre con la misma retórica sanderista una y otra vez. Me pareció que se repetía demasiado, sin dar argumentos coherentes. Curiosamente, los comentaristas de CNN y MSNBC en las tertulias post-debate no parece que compartieran mi opinión (aparte de Chris Matthews, pero el tipo detesta a Sanders). Creo que esta clase de debate le hubiera hecho bastante daño a Bernie hace dos o tres meses, pero los medios parecen estar enamorados con la imagen que tienen de él de un bulldozer inmune a la crítica.
Pete ganó el debate: fue el más efectivo atacando a Bernie sin parecer estridente, colocó su mensaje de manera efectiva y no cometió errores. De nuevo, las tertulias posteriores no parecen compartir esta opinión, así que quién sabe. El problema para Pete es que Carolina del Sur (60% de votantes negros) le va fatal, así que es posible que llegue al supermartes bastante debilitado.
Warren se repitió un poco: tuvo dos de las mejores respuestas de la noche (sobre el filibuster y un buen ataque a Bernie) pero los moderadores pasaron de ella en ambos casos e insistieron que atizara a Bloomberg. Cosa que Warren hizo de nuevo, pero sin el entusiasmo de la primera vez.
Bloomberg sigue siendo malísimo en esto de debatir: a ver, mejoró mucho respecto a las Vegas, pero es fácil mejorar cuando en el último debate lo único que quedó detrás de tu atril fue un cráter humeante. Su debate fue igualmente atroz. Se ha gastado más de 500 millones de dólares en publicidad. A estas alturas lo de Mike es un experimento para politólogos sobre si gastar burradas de dinero puede compensar ser un candidato atroz (spoiler: no)
Biden estuvo bien: mucho mejor que de costumbre, aunque nunca está demasiado bien. Pero creo que le bastará para ganar el sábado en Carolina del Sur y llegar al supermartes con algo de buena prensa.
No sé qué hacen Steyer y Klobuchar en el escenario: no estuvieron mal (Amy mejor que Steyer, que gritó mucho todo el debate), pero no tienen un camino razonable a ganar la nominación más allá de un asteroide vaporizando a los otros seis candidatos. Deberían irse a casa.
PD: cuando señalo que las tertulias post-debate reaccionan de una manera u otra no es para validar o no mi opinión. La inmensa mayoría de votantes no ven estos debates, sino que verán titulares en las noticias mañana mientras desayunan o cuando estén mirando Facebook en el móvil. Cómo cubren los medios el resultado del debate es más importante que el debate en sí.
Esto, no hace falta decirlo, perjudica a algunos candidatos (mujeres) y favorece a otros (candidatos que tienen una narrativa fuerte detrás). Estos detalles cuentan, y mucho, en elecciones donde los candidatos no son demasiado distintos entre sí como unas primarias.