Pausa para vacaciones - y lecturas para pasar el rato
Desconectando unos días a 100 días de las elecciones
Cuando escribo estas líneas (domingo 26 de julio) estamos exactamente a 100 días de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Para todos los que trabajamos en política en Estados Unidos, los próximos tres meses van a ser un torbellino de reuniones, notas de prensa, escribir cosas para candidatos, gritar a candidatos para que se porten bien, gritar a periodistas para que hagan caso a tus candidatos y mirar con pavor y horror a los sondeos, así de reojo, sabiendo la que se nos avecina.
Así que, para estar preparado, esta semana que viene voy a estar de vacaciones en Vermont con mi familia, en una casita muy cómoda, muy coqueta, y muy sin cobertura de móvil o WiFi. Tras cuatro meses largos trabajando en remoto, no quiero que nadie tenga ni la más remota posibilidad de arrastrarme a un Zoom.
Esto quiere decir, obviamente, que no habrá Four Freedoms hasta el fin de semana que viene. Si no podéis estar ni una semana sin leerme, os voy a dejar un par de artículos que he publicado en otros sitios sobre Estados Unidos este mes que creo que me han quedado estupendos.
Four Freedoms en el exilio:
El primero es este de Política & Prosa, en catalán, con un perfil de Joe Biden. Requiere suscripción, pero tienen dos semanas gratuitas sin tener que dar tarjeta de crédito. Es una publicación que me gusta muchísimo; echadle un buen vistazo. En el artículo hablo sobre cómo la vida de Biden está tremendamente marcada por tres tragedias personales, y cómo le definen como candidato.
El segundo está en el último número de Jotdown, sólo disponible en edición en papel. Llevo mucho tiempo escribiendo en JD (desde el número cinco), y es una de mis revistas favoritas no ya en castellano, sino en cualquier idioma. Cada número es un tocharro considerable, y todo lo que incluyen es bueno.
Estoy muy orgulloso de este artículo en particular, porque hablo de algo que parece divertido, pero no lo es en absoluto: la leyenda de Florida Man:
Todas estas noticias, sin excepción, son verídicas:
Florida Man negó, en declaraciones ante la policía, que las jeringuillas que le habían encontrado en el recto fueran suyas. Florida Man encontró una granada de la segunda guerra mundial, la puso en su pick up, y se fue a comer a Taco Bell. Florida Man decidió que quería comer donuts en la pista de despegue del aeropuerto, algo que no gustó a la policía. Florida Man es acusado de agresión con arma letal tras lanzar un cocodrilo dentro de una hamburguesería.
Estas son las aventuras y miserias de Florida Man, el hombre que ha sido definido como el peor superhéroe del planeta. Son también historias reales, cometidas por personas de carne y hueso, en el siempre fascinante, extraño y surrealista planeta que es Florida.
En el número anterior de JD también tenía otro artículo muy bonito sobre uno de los amores de mi vida: Grand Central Terminal, en NYC.
Cosas en las que fijarse esta semana:
La paga extra de $600 semanales por desempleo, igual que un puñado de los estímulos fiscales aprobados en marzo/abril, caducaron esta semana. No se han renovado porque los republicanos no se ponen de acuerdo sobre qué hacer.
Sin otro plan de estímulo, millones de personas lo van a pasar muy, muy mal en agosto con una caída demencial de ingresos y la economía detenida en medio país.
Trump ha decidido enviar agentes federales (la mayoría gente de ICE y fronteras) a “ayudar” a controlar “manifestaciones violentas” en varias ciudades del país. Hace tiempo que las manifestaciones habían dejado de ser violentas, más allá de grafitis. En Portland, la primera ciudad que vio estas intervenciones, los agentes federales fueron a provocar - hasta el punto de que el alcalde de la ciudad acabó gaseado. En esencia, la Casa Blanca está buscando armar bulla de forma descarada. Falta ver si siguen con el “experimento” o no.
Aventuras en la campaña del 2020
No creo que vaya a trabajar demasiado en las elecciones presidenciales; estoy en Connecticut, un estado donde Trump no puede ganar ni jarto de vino. Es posible que acabemos ayudando a la gente de WFP sobre el terreno en swing states (Pennsylvania, Colorado y Wisconsin, sobre todo), pero en remoto y sin demasiada épica. Quizás hagamos algo en New Hampshire (que Trump perdió por muy poquito el 2016), pero ya estaremos lo suficiente liados.
Mientras el país entero pierde la cabeza en esos comicios, yo estaré trabajando en elecciones legislativas estatales que son importantísimas (recordad que aquí se deciden muchísimas cosas en los estados, no en Washington), pero nadie les presta demasiada atención.
Pausa para la publicidad:
Si os gusta Four Freedoms y no os queréis perder nada de lo que escribo, supongo que ya os habréis dado cuenta de que hay una opción para suscribirse por $6 al mes. Es más, creo que lo he comentado alguna vez. La mayoría de los contenidos de este boletín van a seguir en abierto, pero los suscriptores reciben dos veces al mes un correo exclusivo sobre alguna obsesión o tema concreto que me preocupa. Este fin de semana, el correo fue sobre AOC y su potencial político:
En Estados Unidos no hay demasiados políticos que sean universalmente reconocidos sólo con sus iniciales. En la historia reciente sólo recuerdo cuatro: FDR, JFK, LBJ, y AOC.
Si os dais de alta antes de final de mes (es decir, de aquí al viernes) tenéis un 20% de descuento el primer año, o $4,80 al mes.
No os lo voy a repetir más porque estaré en Vermont contemplando la naturaleza y durmiendo siestas de tres horas toda esta semana, así que ya sabéis: si os queréis apuntar, hacedlo ahora.