¿Pueden los demócratas ganar en noviembre?

Una tarea casi imposible, pero menos descabellada de lo que parece

La postura de moda entre los observadores de la política americana a los que les gusta llevar la contraria es que las elecciones legislativas de noviembre van a ser un desastre para los republicanos.

Las mid-terms, estas extrañas elecciones a medio mandato para renovar la cámara de representantes y un tercio del senado son casi siempre desastrosas para el partido que ocupa la Casa Blanca. Desde la segunda guerra mundial, la formación gobernante sólo ha incrementado terreno en la cámara de representantes en dos elecciones; 2002, tras el ataque a las torres gemelas, y 1998, cuando los republicanos pifiaron horriblemente el impeachment de Bill Clinton.

Fuente: 538

Lo esperable, entonces, es que en noviembre los demócratas se peguen un revolcón. La media es perder 26 escaños; dado el exiguo margen en la cámara baja, los demócratas casi seguro perderán la mayoría.

En el senado la cosa es un poco más complicada, dado el idiosincrático sistema de sólo renovar un tercio de los escaños. Dependiendo de a qué estados les toca votar, el partido gobernante sobrevive más a menudo, pero no demasiado. Aun así, dado que el escaño mediano en el senado es mucho más conservador que el país en general (y esa tendencia lleva años reforzándose), Biden y los suyos tienen un problema:

Fuente: 538

Incluso con estas premisas, hay unos cuantos analistas que dicen que estas elecciones puede que sean diferentes. Es cierto que Joe Biden sigue estando en cifras de aprobación lamentables (41% ayer viernes), la inflación sigue altísima, hay una guerra abierta en Europa y la economía parece estar flirteando con la recesión, pero dicen que los demócratas tienen motivos para el optimismo, y que quizás estas legislativas se revierta la tendencia.

Uno de los analistas que cree que esto será así es Mitch McConnell, el líder de los republicanos en el senado. Y quizás haya que prestarle un poco de atención. Veamos.