Accidentes legislativos

El final del periodo de sesiones en Connecticut, con sus sorpresas y decepciones

Como he comentado alguna vez, mi trabajo cuando no estoy escribiendo boletines sobre política americana es trabajar en política americana. Más concretamente, soy director de comunicación y lobista en el Connecticut Working Families Party (WFP), un partido que se dedica a presionar a los demócratas desde la izquierda. Expliqué con cierto detalle en qué consistía todo este tinglado por aquí, hace un par de años:

La semana pasada terminó el periodo de sesiones aquí en Connecticut, y con ello toda la actividad legislativa en este 2023. La Asamblea General del estado está formada por legisladores a tiempo parcial, así que sólo se reúnen cinco meses al año (en años impares) o tres meses (pares). Todo lo que no fuera aprobado antes de medianoche el siete de junio se convertía en calabaza, y no puede ser votado otra vez hasta el año que viene.

El Capitolio del estado de Connecticut, en Hartford.

Los demócratas sacaron un resultado excepcionalmente bueno en las elecciones de noviembre, así que gozaban con amplias mayorías en ambas cámaras. Ned Lamont, el gobernador del estado, fue reelegido con el mayor margen de victoria para un jefe del ejecutivo desde el 2006. Habíamos trabajado muy duro para escoger varios legisladores progresistas y darle un margen aún mayor al partido, así que empezamos el año con muchas expectativas… y por desgracia, acabamos con bien poco.

Los demócratas aprobaron un presupuesto tremendamente conservador (hasta el punto de que fue aprobado con muchos votos republicanos), bloquearon una montaña de reformas que el estado necesita desesperadamente, desde vivienda a derechos laborales, e incluso se las apañaron para torpedear cambios técnicos modestos y mejoras a programas increíblemente populares, como la ley de bajas pagadas por enfermedad.

Justo después del cierre de la sesión, desde WFP publicamos una nota de prensa y un artículo de opinión hablando de “decepción”con el periodo de sesiones y la lamentable falta de liderazgo de los demócratas. Os dejo que los leáis primero, y volved cuando hayáis terminado, porque es hora de hablar un poco de la intrahistoria de lo sucedido y sobre cómo funciona una cámara legislativa en Estados Unidos.

Y porque, para que negarlo, también me apetece desahogarme un poco.