Hay días en los que la política americana es simplemente demasiado estúpida, surrealista e hilarante para ser creíble. Hoy es uno de esos días.
Balada triste de un Speaker
Dejamos a nuestro buen amigo Kevin McCarthy, presunto líder del partido republicano en la cámara de representantes y hombre piñata oficial del GOP, haciendo por una vez algo medio decente, evitando el cierre del gobierno federal.
Para conseguirlo, el bueno de Kevin tuvo que utilizar votos demócratas, porque esa era la única manera de conseguir aprobar nada. Los republicanos sólo tienen mayoría en la cámara baja, así que obligatoriamente necesitaban redactar algo que pudiera salir del senado. Para el sector beodo - montañés del GOP, no obstante, atenerse a la realidad y las matemáticas es visto como una traición a los altos ideales de conservadurismo salvapatrias, así que han montado una rebelión.
Para ser más específico, ocho miembros del partido republicano se han rebelado. Hoy Kevin McCarthy ha perdido el puesto.
El grupo parlamentario del GOP en la cámara de representantes tiene doscientos veintiún miembros, así que supongo que os preguntaréis como ocho chiflados iracundos sedientos de gloria han conseguido derrocar al Speaker. Todo empieza por el hecho de que Kevin McCarthy es muy estúpido y decidió, a principios de año, dar a esta gente una pistola cargada para que hicieran con ella lo que quisieran.
Criando cuervos
No sé si recordaréis que el bueno de Kevin necesitó quince votaciones a principios de este año antes de conseguir que su propio partido le escogiera Speaker. Los republicanos tienen una mayoría minúscula en la cámara de representantes, y un grupito de chiflados ultraconservadores liderado por Matt Gaetz, un señor de Florida que es probablemente aún más irritante que Ted Cruz, se negó a apoyarle hasta que no les prometiera toda clase de concesiones políticas. Entre ellas, McCarthy aceptó cambiar las reglas de la cámara creando un mecanismo llamado motion to vacate (“moción para hacer vacante”; una moción de censura), la posiblidad de que cualquier legislador en solitario pudiera pedir una votación sobre si el Speaker debía permanecer en el cargo.
Repito: cualquier legislador, en solitario. Sin necesidad de ofrecer un candidato alternativo. A pelo. Directamente. En cualquier momento. Matt Gaetz presentó esa moción el lunes por la tarde.
y te comerán los ojos
Debido a vacantes, ausencias, enfermedades y cosas variadas, en la cámara de representantes esta semana había 218 republicanos y 208 demócratas. Los demócratas, tras frotarse los ojos incrédulos y romper a carcajadas (literalmente) ante el anuncio de Gaetz, no tardaron en decidir que iban a votar en bloque contra el Speaker, porque no deja de ser del partido contrario, ha sido un patán insoportable en el cargo y además trollear esta votación sería la mar de divertido.
Matt Gaetz, por tanto, tenía 208 de entrada para echar a McCarthy como Speaker. Sólo necesita cinco republicanos igual de chiflados que él para conseguir echarle. Ayer, siete legisladores republicanos y Matt Gaetz votaron junto a todo el partido demócrata a favor de dejar vacante el cargo de Speaker.
Dejadme, por un momento, insistir en la colosal ironía de todo este asunto. Gaetz y sus mariachis enfurecidos han ido a la guerra contra Kevin McCarthy por tener la osadía de pactar con los demócratas mantener abierto el gobierno federal. Días después, Gaetz ha echado a McCarthy del cargo gracias a los votos de todo el partido demócrata y un grupito minúsculo de conservadores.
Votando caos
Tras esta excelsa maniobra de canibalismo político dentro del partido republicano, nadie sabe que va a suceder. No hay ningún precedente en toda la historia del país de un Speaker defenestrado por su propio partido con una moción de esta clase. Los últimos ocupantes del cargo en perderlo a manos de sus compañeros (todos republicanos; el GOP está haciendo esto con alarmante frecuencia estos días1) fueron forzados a dimitir pero con una hoja de ruta para substituirles rápidamente. Tenemos un Speaker interino (Patrick McHenry), que no tiene poder formal alguno aparte de poder presidir en la votación del nuevo líder de la cámara. Kevin McCarthy ha anunciado que no se presentará (es como ser voluntario a la silla eléctrica a estas alturas), y no hay nadie ahora mismo que tenga ganas de presentarse o apoyo suficiente dentro del grupo parlamentario. El sucesor natural de McCarthy, Steve Scalise, está enfermo (cáncer sanguíneo, haciendo quimioterapia), es un racista redomado2, y no está de humor para estas guerras.
Es bastante extraordinario, la verdad, que ahora mismo no haya absolutamente nadie que haya declarado que quiere ocupar el cargo. Todo el partido sabe que el substituto de McCarthy se va a enfrentar a exactamente el mismo grupito de cretinos una y otra vez, llevarse tortas sin parar desde Fox News por ser un vendido que pacta con los demócratas y que no podrá aprobar ni una sola ley decente sin que Gaetz decida fusilarle también a él. Es un cargo suicida.
A Matt Gaetz, por supuesto, no le soporta absolutamente nadie. Este señor es un cretino baboso con un larguísimo historial de problemas legales que esquivó por bien poco una acusación más que creíble de prostitución de menores, tiene una montaña de escándalos menores y actuaciones dudosillas y lleva meses siendo investigado por el mismo comité de ética del congreso. Hay unos cuantos legisladores republicanos que están hablando abiertamente de expulsarle de la cámara si encuentran algo remotamente cuestionable, no por integridad y valores (que es el partido de Trump, vamos) sino porque el hombre es un palizas insoportable que sólo se preocupa de ser famoso, recibir la adoración de la prensa conservadora y estar en el centro de todas las peleas.
En un planeta normal o un país con un sistema de partidos razonable, la solución obvia sería que la cámara escogiera un Speaker que reflejara dónde está el centro de gravedad de la cámara, o un republicano lo suficiente moderado como para atraer un puñado de demócratas, o un demócrata lo suficiente moderado para tener republicanos sensatos apoyándole. El problema, sin embargo, es que los dos partidos ya no tienen mayorías adyacentes; el republicano más moderado está considerablemente a la derecha del demócrata más conservador y viceversa3. Los partidos están demasiado polarizados para que esta clase de solución sea viable. Dado que el partido republicano, además, está mucho más escorado lejos del centro, esta opción se antoja especialmente difícil.
De momento, la cámara de representantes no va a volver a reunirse hasta la semana que viene, así que el GOP va a tener tiempo para discutir amigablemente entre ellos un plan de sucesión para McCarthy. Que tiene que ser relativamente rápido, porque tenemos al gobierno federal con un presupuesto interino que caduca a mediados de noviembre, y la cámara no puede votar nada hasta que no haya un Speaker nuevo.
Jugada maestra procesista
Dado que el día entero ha sido un poco como una versión cutre y chusquera de House of Cards, la cosa no podía terminar sin una astracanada final. El reglamento de la cámara de representantes no exige que el Speaker sea un legislador; el GOP puede, en teoría, coger a un pobre infeliz que pasara por la calle y llevarle a rastras a ocupar el cargo. Inevitablemente, esta posibilidad ha hecho que aparezcan voces pidiendo una jugada maestra en esa dirección, nombrando a Donald J. Trump para el cargo.
Porque nada dice “queremos gobernar” como poner al frente de tu mayoría legislativa a un señor con 91 cargos penales en cuatro casos penales distintos, un caso por fraude en Nueva York, un juicio civil por violación en su contra, y que es aún más caótico y cretino que Matt Gaetz. No creo que ni siquiera el partido republicano sea tan estúpido como para hacer algo así, pero nunca se sabe.
Hablando de Trump, el buen hombre se ha dedicado a colgar en su red social comentarios insultantes sobre la secretaria judicial del caso por fraude al que se enfrenta en Nueva York, ese que el juez ya dictaminó que había perdido. Es un juicio sin jurado, porque los abogados de Trump no lo pidieron, así que insultar al tipo que va a dictar sentencia y sus funcionarios es una idea estupenda. El juez, por cierto, ha prohibido a Trump decir nada sobre la corte y sus trabajadores o le sancionará por desacato.
Epílogo
El primer párrafo del boletín que escribí el día que Kevin McCarthy fue escogido Speaker decía lo siguiente:
“Tras quince votaciones, horas de negociación, ridículos constantes y un par de altercados, Kevin McCarthy finalmente consiguió su cargo soñado, Speaker de la cámara de representantes. Es bastante probable que se arrepienta de ello el resto de sus días.”
No que me dé lástima, pero le teníamos avisado.
Newt Gingrich y John Boehner.
Aunque en el GOP actual esto es casi un plus.
Aunque, nota curiosa, una de las legisladoras que han votado echar a McCarthy es Nancy Mace, una moderada dentro del GOP. Tiene una bien merecida fama de ser bastante errática.
Esto está siendo como un culebrón cutre. Sería maravilloso si no estuvieran poniendo en jaque a una potencia mundial por culpa de entre una y ocho personas.
Por cierto, me ha sorprendido la relación entre el fentanilo y China. ¿alguna opinión sobre eso?