Phil Knight, de Oregón, fundó una empresa de zapatillas deportivas en 1964 llamada Blue Ribbon Sports. Tras unos años heroicos casi ofreciendo su producto puerta a puerta en un Plymouth Valiant, la empresa cambió su nombre a Nike en 1971, una de las marcas más reconocibles del mundo.
En el 2004, Knight, ya es inmensamente rico, se jubiló para hacer eso que los americanos acaudalados adoran, la filantropía. Hizo una donación de 105 millones de dólares a la universidad de Stanford, cientos de millones a la de Oregón, 600 millones a un instituto contra el cáncer, y demás fruslerías parecidas.
Como es habitual entre la gente de su clase social, Knight también se metió en política. Donó 150.000 dólares para intentar derrotar un referéndum en el 2010 que subía los impuestos a empresas y millonarios en su estado. También hace donaciones a candidatos republicanos, incluyendo 3,5 millones a un tipo con el maravilloso nombre de KNUTE BUELHER, candidato a gobernador el 2018.
Haciendo ruido en Oregón
Este año, Knight está otra vez intentando salvar a su estado de los malvados demócratas. Esta vez, en vez de dar dinero al candidato del GOP, le ha enchufado 3,75 millones a una tal Betsy Johnson, ex-representante estatal demócrata del ala moderada del partido, que tras 20 años en el legislativo decidió presentarse a gobernadora como independiente. En un sistema donde el candidato más votado gana sin más, tener a dos candidatos demócratas robándose el voto entre ellos es una receta para el desastre, y los republicanos tienen la posibilidad de ganar la gobernatura del estado por primera vez en cuarenta años.
Knight, por cierto, no parece que apoyara a Johnson por motivos estratégicos; el tipo no es como Peter Thiel o los hermanos Koch, que tienen un elaborado plan para dominar el mundo. El tipo ha regado dinero tanto a Johnson como a Christine Razan, la candidata republicana; lo único que quiere es hacer que Tina Kotek, la demócrata, pierda.
El jueves pasado, Knight concedió una fascinante entrevista al NYT. No es que diga nada demasiado original o interesante, pero me maravilla que alguien con tanto dinero suene exactamente como un comentarista de Fox News:
“One of the political cartoons after our legislative session had a person snorting cocaine out of a mountain of white,” Mr. Knight said. “It said, ‘Which of these is illegal in Oregon?’ And the answer was the plastic straw.”
La ley que referencia fue aprobada en referéndum hace un par de años 58-42, y despenaliza la posesión de pequeñas cantidades de droga, y de momento no está funcionando demasiado bien. Oregón es un estado muy progresista y con reputación de estar mejor gobernado que California. En años recientes, tras las protestas de BLM, es también uno de los blancos favoritos de Fox News, que lo pinta como una especie de Sodoma postapocalíptica sin ley asolada por las drogas y el crimen.
La fantasía de Oregón
No hace falta decir que la tasa de crímenes violentos de Oregón está muy por debajo de la media nacional, igual que en muertes por sobredosis. También tiene una de las economías más dinámicas del país, y su población está creciendo rápidamente. Como California, sus áreas metropolitanas tienen un coste de vivienda altísimo porque mucha gente quiere mudarse al estado.
Como todos los sitios, Oregón tiene sus problemas. El estado es tremendamente desigual, con bolsas de pobreza persistentes tanto en las ricas zonas urbanas de la costa como en el interior rural al este de las Cascadas. Portland, la ciudad más grande del estado, tiene una bien conocida tendencia al hipsterismo y y al caos. Pero en agregado, es un lugar estupendo donde vivir, mucho más tranquilo, próspero y civilizado que los estados del sur y centro del país dominados por los republicanos. Algo que, por supuesto, nunca nadie escuchará en Fox News.
Geografía, según Fox News
La geografía de Estados Unidos, en el debate político del país, es un lugar de lo más extraño. Los republicanos hablan de manera incesante (porque en Fox no se habla de otra cosa) sobre los atroces, inacabables problemas e inevitable y terrible decadencia de los estados costeros del país gobernados por demócratas. En realidad, siete de los diez estados más ricos del país son demócratas, uno es un swing state (Virginia) y otro es un lugar extraño en Nueva Inglaterra que no tiene demasiado de conservador (New Hampshire). El único estado 100% republicano de la lista es Utah, y mira que es un sitio especial. Si miramos los veinte primeros sólo entrarían, en el lado republicano, Alaska, Wyoming y Dakota del Norte, los tres petro-estados.
El resto de indicadores sociales no son demasiado distintos. Puedes mirar pobreza infantil, pobreza a secas, movilidad social, mortalidad infantil, esperanza de vida, accidentes de tráfico o prácticamente cualquier cosa (las muertes por sobredosis son una excepción, por cierto) y casi siempre aparece el mismo patrón. Por un lado, los estados perdedores de la guerra civil, todos republicanos, al fondo de la lista, los rurales del centro un poquito por encima, y los bastiones demócratas de las dos costas arriba.
La “América normal”
Lo más irritante, por cierto, es que son estos estados del noreste y oeste los más parecidos a lo que es “normal” en Estados Unidos. Hace unos años 538 publicaba un artículo donde señalaban que el área metropolitana más parecida a la media del país es New Haven, Connecticut, no Iowa, Kansas, Arkansas o Nebraska. El movimiento conservador americano se ha autoconvencido de que sitios como Massachusetts, o Washington, o Connecticut, están llenos de la anti-América, todo lo extraño, foráneo y decadente que quiere destruir al país convirtiéndoles en infiernos sodomitas woke. En realidad, las zonas que tanto idolatran en el sur y en medio de ninguna parte son eriales moribundos que están perdiendo población a patadas y que son agujeros negros en cualquier indicador social imaginable.
Incluso si miras los estados sureños que crecen con rapidez, es fácil ver un patrón parecido. En Texas, la población está aumentando a marchas forzadas en las áreas metropolitanas del estado (San Antonio, Houston, Dallas, Austin), que son mucho menos conservadoras que el resto del estado. Lo mismo sucede en Arizona (Phoenix), Idaho (Boise) o Georgia (Atlanta). La única excepción es Florida, porque los jubilados buscan playa, no ciudades.
Defender perdedores
El conservadurismo americano, encarnado y dirigido por Fox News, es un movimiento político reaccionario. Como todos los movimientos de su clase, en su centro hay una fantasía nostálgica sobre el pasado y valores tradicionales. En el caso de Fox, esta nostalgia viene acompañada de una acérrima defensa de los valores, cultura y políticas públicas de los estados y regiones peor gobernadas del país.
Esto tiene, por cierto, consecuencias nefastas en temas directamente letales, como la pandemia. Este gráfico lo he puesto alguna vez, pero merece ser repetido:
Hay una correlación directa entre consumo de Fox News en una región y tasas de vacunación. Creo que este debe ser el único país del mundo donde la afiliación partidista de donde vives explica cuánta gente ha fallecido en una pandemia, pero así estamos. Tenemos un movimiento político que se ha especializado en defender malas ideas. Es algo francamente extraordinario.
Bolas extra
¿Son los playoff de beisbol demasiado aleatorios?
El clon de Twitter de Trump tiene, como es tradicional en todo lo que toca Trump, caos, fraude, y drama interno.
El estado de salud de Fetterman, candidato al senado en Pensilvania y modelo de nuevo populismo demócrata, se convierte en tema de campaña. El debate es, sobre todo, de periodistas preguntándose si hay debate. Fetterman tuvo un infarto cerebral en mayo, y tiene algunas secuelas.