Es casi medianoche en la costa este y debería irme a dormir de una vez, pero creo que vale la pena dar algunas notas muy, muy rápidas sobre los resultados del supermartes.
Hace unas horas comentaba que el resultado más probable era la clase de empate ambiguo que no sirve para clarificar nada. Nope.
Biden ha arrasado. Ha sacado resultados épicos en el sur (Alabama, Arkansas, Carolina del Norte, Tennessee, Virginia), ganado de forma holgada en muchos estados donde Bernie era favorito (Minnesota, Massachusetts, Oklahoma) y ha empatado en sitios donde ni se le esperaba, como Maine o Texas.
Ahora mismo Bernie Sanders sólo gana en Colorado (que es un sitio hippy de narices), Utah (son raros) y en su casa, en Vermont. Se espera que gane en California, un lugar donde el recuento puede durar una semana (porque son así de inútiles), pero incluso ahí los sondeos a pie de urna señalan una victoria modesta, por 7-9 puntos.
Los delegados, que es lo importante: Biden ha tenido una noche aún mejor. Los estados del sur le darán márgenes enormes, porque duplica o más a Bernie en muchos sitios y a menudo no hay un tercer candidato viable (por encima del 15%) sacando delegados. Donde ha perdido, lo ha hecho por poco, y hay cuatro candidatos viables (Colorado, Utah), dejando delegados muy repartidos, o el margen será relativamente estrecho (léase California).
Biden ha sacado este resultado literalmente sin gastarse un duro, porque no tiene dinero. Su campaña ha sido horrible recaudando fondos. Bernie se ha gastado probablemente veinte veces más que él. Bloomberg se ha fundido unas doscientas veces más (más de 600 millones). Es el triunfo de la candidatura personal y ganar elecciones gracias a atraer cobertura mediática en el momento exacto.
Biden ha tenido la semana perfecta. El martes, un buen debate, con un mal debate de su rival. Sus tres rivales moderados implosionando; Pete y Amy al no conseguir ningún apoyo relevante entre votantes de color, Bloomberg desollado por Warren en los debates. El miércoles el endorsement de Jim Clayburn; el sábado la victoria de su vida, y un discurso perfecto en hora de máxima audiencia. Los tres días de luna de miel post-Carolina del Sur sumados a los endorsements de Klobuchar, Buttiggieg y O´Rourke. Todo en el momento exacto. Ha tenido suerte. La ha sabido aprovechar.
El secreto a voces de las primarias demócratas es que los votantes de color son moderados. Los progres, neuróticos, indecisos son los blancos universitarios. Cuando estos han dejado de dividir su voto entre candidatos variados y se han consolidado con Biden, la suma de estos y el voto negro ha arrasado.
Voto negro e universitarios blancos, por cierto, fue la coalición ganadora de Obama el 2016.
Riámononos todos de Mike Bloomberg un rato más, que se ha fundido cientos de millones de dólares para ganar en Samoa, y sólo en Samoa.
Sobre qué veremos ahora, después de estos resultados… bueno, lo dejamos para otro artículo. Es tarde. Me voy a dormir.
Repartes cera a saco con Sanders y parece que andas enamorado de Biden de repente... y tu querida Warren? No sé, no descartaría a Sanders tan pronto, sobre todo a la espera de lo que decida hacer Liz y Bloomberg después de súper martes...